Bienvenidxs al verdadero nido de la autora.
Juntando letras desde 2009; comenzó su primera novela en 2013, Ojos dorados, que estaba basada en la ambientación del juego de rol más largo y popular en el que participó (Luna Azul). Después continuó con algunos proyectos en forma de relatos cortos, aunque en esta página solo están disponibles tres. Los gatos negros de Londres comenzaría al año siguiente tras la influencia de autores de realismo sucio como Bukowski, Camus y Fante, y bloggeros como Demencia o Rorscharch Kovacs. Dos años después terminó la novela y comenzó Paranoidd, escrita en la mitad de tiempo.
¿Sabías que...
en todas sus novelas aparece un elemento común? Se trata de una bebida de color malva llamada Kra-K-Toe.
¿Sabías que...
en todas sus novelas se apoya el colectivo LGBT+?
¿Sabías que...
la filosofía de la autora a la hora de escribir es el empirismo?
¿Sabías que...
todas sus novelas tienen un trasfondo social?
Novelas terminadas
Los gatos negros de Londres (2014 - 2016)
Drama, realismo sucio
Paranoidd (2016 - 2017)
Misterio/suspense, paranormal


Ojos dorados
(2013 - 2014)
El primero de una saga de cuatro libros, llamada "Miradas ciegas".
Número de páginas: 370
fantasía, acción, hombres lobo
SINOPSIS:
¿Influjo de la Luna llena? ¿Armas de plata?
Puedes ir olvidándote de todo eso, porque una nueva generación de nobles licántropos más listos y más fuertes se esconde entre nosotros y vive en una enorme sociedad situada justo debajo de la tierra que pisamos.
¿Creías conocer a todos los famosos que viven en el mundo?
¿Sabías de la cara oculta de Bob Marley? ¿De Tupac Shakur? ¿De Osama bin Laden?
Cuidado con lo que cada persona muestra de sí misma....
El joven Widow Brim es sacado de su internado en Inglaterra y guiado por un grupo de singulares seres hasta descubrir un mundo subterráneo y paralelo, habitado por criaturas asombrosas y complejas agrupadas en sociedades a espaldas del mundo humano.
Las situaciones del momento y la euforia cautivadora del amor le llevan a introducirse en el torneo a muerte más importante y prestigioso de todas las capitales licántropas.
¿Cómo ganar y salir vivo de los encuentros con los individuos más peligrosos que existen?
«Tengo tanto miedo a la muerte que a veces me dan ganas de morirme».
Relatos cortos
Autores elegidos:
- Charles Bukowski (La senda del perdedor) - Henry Chinaski.
- Vladimir Nabokov (Lolita) - Humbert Humbert.
- George R. R. Martin (Canción de Hielo y Fuego) - Tyrion Lannister.
- George Orwell (1984). - Winston Smith.
Metidos en aquella diminuta y asfixiante ratonera con pretensiones de salón, Humbert Humbert y Tyrion Lannister se dirigían la mirada, pero no la palabra. Por la mente poco higiénica del europeo cruzaban preguntas bañadas en curiosidad; que cómo serían sus padres, que cómo diablos podría conducir un coche aquel petit garçon, que cómo es posible que la naturaleza se hubiera aliado con el azar de una manera tan magnánima para dar un enano. Pero qué podría él echar en cara a la naturaleza; una oveja descarriada con un pensamiento tan antinatural como el suyo.
Ahora que lo pensaba, Tyrion tenía la misma altura que Lolita con doce años. "¡Lolita! Mi dulce Lo. Dolores Haze, que decidiste dejarme aquel día y convertir a Humbert el manso en Humbert el asesino. Encerraste a Humbird en una jaula, mi Lolita".
Tyrion buscaba entre sus ropajes rojos algún arma con la que defender su pellejo si se diera la ocasión, por si aquel perturbador hombretón decidía ponerle una mano encima. Pero como siempre había sucedido, su mayor arma acabaría siendo su propia lengua. El pequeño león se acomodó en su asiento y bebió un trago de vino, emitiendo un profundo eructo después.
—Oye mi rugido —declaró finalmente. Y paseó la vista por la estancia, buscando al anfitrión entre los invitados que estaban allí para que le diera explicaciones. O para que le trajera una puta. En vez de eso, se encontró con un muchacho alto de mirada afilada, que se hacía llamar Henry Chinaski y que tenía la cara poblada por unas pústulas enormes y supurantes—. Uf... Tu piel tiene mala pinta. ¿Viruela?
—Tu nariz tiene mala pinta. ¿Gilipollas?
—No, un hacha. Pero empuñada por un gilipollas, cierto.
Y volvió a beber. Y Chinaski desvió la vista.
Cerca de ellos, un hombre se hallaba encogido contra la ventana. En silencio. Solo lo había roto una vez para decir que se llamaba Winston Smith.
—¿Oye, en qué año estamos? —preguntó Tyrion, extrañado por sus ropajes.
—1984 —respondió Winston con desgana.
—Imposible.
—¿Qué? ¿Cómo que no? —Winston palideció—. ¿Es algún tipo de no-verdad? ¿Te lo ha dicho Julia? Porque yo soy un bien-piensa. Yo amo a Gran Hermano.
—¿Qué coño dice este tío? —gruñó Chinaski—. Vaya marica de mierda. Que alguien le traiga una vagina.
—Hombre, sin faltar —contestó Tyrion—.Tú no sabes lo que se lleva eso en Poniente...
—Pues qué asco. En mi América lo que se lleva son los palizas en casa y las colas en las oficinas del desempleo.
—¿Qué América es esa? —quiso saber Humbert—. De mi América yo solo recuerdo aquellos soleados partidos de tenis...
En un mundo de hongos flagelados asociándose con bacterias lisas, pululaba un protozoo en el inmenso país de Un charquito de Dos Centímetros Cúbicos.
El ameboide individuo no tenía flagelos pero tenía una lengua larga. Su carne era suave, moldeable y adaptable a cualquier cavidad, pero no podía demostrar su habilidad porque solo encontraba microorganismos que hacían ondear su extremidad para invadirlo con contactos brutos y poco apropiados. A este protozoo no le gustaban los flagelos porque le parecían agresivos e impertinentes.
Se sentía incomprendido.
A su alrededor percibía a los microorganismos flagelados unirse simbióticamente con células calvas, como si no hubiera otra opción posible. Cuando se encontró solo frente a colonias enteras de llaves y cerraduras, las posibilidades de morir huraño y solitario como una tenia aumentaron drásticamente.
El protozoo se deprimió y tuvo un gran Síndrome de Apóptosis, porque pensó que estaba enfermo y que no podía cumplir su función con el resto del charco. Incluso quiso desarrollar un flagelo, pero los cambios biológicos suceden gota a gota y tienes un noventa por ciento de posibilidades de perecer por ósmosis.
Un microsegundo más tarde conoció a un paramecio ciliado y sin flagelos. Le gustó el aroma que desprendía y se propuso abrir las compuertas para enviarle un par de SMS’s. Sus carteros fueron y vinieron, susurrándole que aquel paramecio no parecía un ser parásito y que gustaba de frecuentar ambientes salinos, así que el protozoo pensó que tenían muchas cosas en común y decidió extender su mano para tocarlo. Su núcleo membranoso aumentó cuatro grados y convulsionó por procesos químicos ante el contacto. El otro paramecio agitó sus pelitos para rodearse del agua en la que nuestro protozoo se estaba orinando, felizmente. Estaban hechos el uno para el otro.
El paramecio y el protozoo no fueron comprendidos por científicos ni por otros microorganismos, que todavía se empeñaban en meter el flagelo donde no les llamaban. Parecían tener el mundo en su contra y eso solo conseguía hacerlos más duros y competidores. Era lamentable que en un mundo tan violento, una forma específica de asociarse se considerara como otro motivo más de violencia.
Los dos eucariotas tampoco pudieron reproducirse, ¿pero qué importaba si había ya billones de moléculas iguales en el mundo? ¿Y qué importaba si ellos eran felices por el simple hecho de ser ellos mismos, y de serlo juntos y eléctricos hasta el fin de sus minutos?
La vida son aceras pisadas, luces difusas de coches en la carretera. Son tardes grises volviéndose negras, el aislamiento de la música, la voz de Lenny Kravitz. I want to get away, I want to fly away. Es estar toda la tarde pasando hambre y dar con una barra de pan. Es aprender el significado de pasar hambre. Son paradas sin autobuses, gente rota; es caminar despacio y no ser consciente.
Es respirar hondo después de haberte reído fuerte. Son niños yéndose a cenar, las hojas que el barrendero se olvida debajo de los coches. Es el aroma del pasado, el olor del presente y el tufo del futuro. Somos los miles de chicles que pisamos, es un vómito en la acera, una golondrina atropellada.
Horizonte de árboles esmirriados, gasolina quemada a su lado. Descampados. Gotas de sangre siendo artísticas sobre el bordillo, arrugas de abuelo, coletazos del tiempo. Pasos de cebra, pero las cebras no pasan. Es el peatón rojo obligándote a comerte la lluvia.
Es una ciudad de paraguas. Viejos que mueren en sus casas, adolescentes que salen de ellas. Son matrículas. Miles. Millones. Cosidas a los coches como el número de un recluso. Son noches sin luna y lunas sin noches. Es silencio pidiendo un piano. Es el rastro de un cartel debajo de otro, como todos los esfuerzos humanos.
Son esos cinco minutos que quedan para que empiece el verano, esos cinco minutos que quedan para que salgas del trabajo. Es dar al cinco cuando ya estás en el quinto piso. Es acabar el muñeco de nieve aunque te tengan que amputar los dedos.
Son pequeños escritores, escritores que darán nombre a colegios. Es la brisa poniéndote la piel de gallina, es amor propio olvidado, es fuerza de voluntad débil.
Somos conejos atrapados en nuestra propia madriguera.
Gente que aun siendo pisada, se atreve a pisar.
Es batería roja en el móvil. Por favor, conecte el cargador.
Poesía
La vida es una película producida por malos actores.
Pero solo tú… eres responsable de su desenlace.
No, no estoy loco ni funciono
Al revés como Benjamin Button;
Solo sé que cualquier mano puede cortar
Como las tijeras de Eduardo,
Solo hace falta tener en ellas
Las palabras correctas y el cuchillo adecuado.
La cabeza me da vueltas como a la niña de El exorcista,
Pero tengo las ideas claras y el arte de El ilusionista,
El valor de Gladiator, el estilo de Grease,
Y también tengo el coraje de un tal Karate Kid.
No necesito que nadie me salve, no soy el soldado Ryan,
Pero sí un soldado de la vida que se esfuerza en dar la talla;
Y que corre como Forrest cuando caen bombas en la espalda,
Porque siempre es mejor huir, renacer y dar batalla.
La palabra ‘Andy’ me acompaña, escrita en una de mis suelas,
Y me recuerda que luche siempre, indomable como Spirit sin espuelas.
Y mi manera de luchar es escribiendo estos versos
Que nacen de garabatos y mueven el universo;
Porque yo fui quien se metió de cabeza al mar intenso
A buscar al pez payaso contra un destino adverso.
Es que hay algo más potente que pegar una paliza,
Ya nos lo enseñó Invictus: lo que las palabras simbolizan,
Y ese tipo de lenguaje que manejan los artistas:
Hablo del poder de la música, como aprendí de El pianista.
No necesito drogas, ni aviones para volar.
Vuelo sobre el nido del cuco, ahí me voy a quedar.
Anido en vuestras mentes; Psicosis mi especialidad,
Solo relájate y escucha… Beethoven no viene mal.
Mal viene en Naranjas mecánicas, suben las ganas de matar,
Pero calma, impulsivo amigo...
Como se muestra en El orfanato:
Lo importante es saberte comunicar.
Ven a conocerme…
Estoy en la edad de hielo, me deshielo, descongelo,
Entre dinosaurios vuelo, y acompaño con revuelo
A Sid, a un mamut y a Diego.
Deja que te cuente un cuento…
Que los hermanos Grimm me teman si me pongo violento.
Que como buen observador, a mí me gusta observar,
Pero solo me entristezco cuando estudio la realidad.
Abrid los ojos, daros cuenta, comprobad,
Que Los juegos del hambre aquí ocurren de verdad.
Es como una Scary movie, y pongo cara de Scream
Cuando veo en las noticias a la población de Haití.
¡Bienvenido a Planet Terror!
Veamos…
Saquemos el cuaderno de artista,
Tachemos ‘Schindler’ pero hagamos una lista:
Elige a las personas que querrías salvar
Si tuvieras un Hotel Rwanda, si tuvieras oportunidad.
No pienso tartamudear, daré un discurso de rey,
Porque llevo La chaqueta metálica y soy fuerte como un buey.
Danzo en este frío baile de la vida.
No caben retiradas, ni quejidos lastimeros,
No es como en Pulp Fiction, no hay premios ni primeros,
Lo único que queda es que te aplaudan con esmero.
¡Echa el freno!
Vas Rápido y furioso y yo no espero.
Todo lo que veo, yo lo anoto en mi diario
Que no es como el de Noa pero no tiene adversario.
Miles de sentimientos en unos trazos solitarios
Es todo un código Da Vinci comprender mi vocabulario,
Domino el abecedario…
Me sumerjo como Indiana Jones, en un mundo centenario
Y lo plasmo silencioso, rompedor como el dinosaurio
T-Rex que iba de caza dentro de Parque Jurásico.
La diferencia es a que a mí no me retendrá ninguna valla,
Ni espinosa ni metálica, ni tampoco electrificada…
Yo no me enredaré en la antena, las chispas no me harán caer,
Soy un Godzilla mejorado a quien no pueden vencer.
Que nos encantan las bestias y no podéis decir que no,
Pero aún nos gustan más si estas atacan Nueva York,
Sé en quien estás pensando…
¿Quién no recuerda la escalada de King Kong?
Pero hemos llegado a un punto en que no nos pueden salvar,
Los verdaderos superhéroes se emborrachan en un bar.
Superman, batman, Xmen, spiderman...
Son solo disfraces para niños esperando el carnaval.
Cat woman, Wonder woman… Tormenta, Lady Hawk
Son solo son disfraces para niñas, para putas y gogós.
La revolución y sus colores, la V brilla en la noche,
Mientras la obertura suena, cae el parlamento de Londres.
Vendetta es lo que quiero, contra ciertos agresores;
Malditos bastardos los que se aprovechan de aquellos que caen en los errores
De confiar en un dios, creador del cielo y de la tierra,
Creen que es él quien los protege y también quien los observa…
Detrás de una gran pantalla; y no hablo de El show de Truman,
Aunque el protagonista de tu vida eres tú y los canallas
Que cuando necesitas ayuda se esfuman.
Saca el paraguas, Poppins, que aquí llueve la maldad,
Una sensación tan oscura que no hay ganas de cantar.
Necesito algo que me motive, quiero algo que me taladre,
¿Qué tal esas palabras… las de «Luke, yo soy tu padre»?
Porque ahora mismo esta sociedad es una pesadilla,
No es antes de Navidad ni falta que hace, ni hay líderes como Jack y su pandilla.
Y podéis dormir tranquilos, Freddy Krueger no es necesario,
Que aquí los peligros van de día, como el león de Narnia en el armario.
Y cuidado con aquellos líderes, que votáis y ponéis en alto.
Cuando les gusta el pedestal que tienen, es imposible derrumbarlo.
No me refiero a Titanic, pero hablo del Hundimiento,
De emprender con fuerza La ola, de dejarse la piel al momento.
Que la vida es para los bravos y los que luchan,
Decían los abuelos y sus consejos,
Pero quitad a todos de en medio ¡Qué remedio!
Este lugar ya No es país para viejos.
Porque la tierra vive ahogada en su propia economía.
Nadie entiende, y si se quejan: ‘Yo que tú me callaría’.
Y si alzas el puño en alto mandaré a mis lobos fieros,
Porque no se puede cambiar el mundo con El silencio de los corderos.
Agitad las banderas al aire, Banderas de nuestros padres,
Y dejad que los de arriba griten, dejad que los perros ladren.
Luchad como Malcolm X, (X de historia americana),
Luchad por aquellos niños… con rayas en el pijama.
Y sientes que La vida es bella hasta que dejas de ser niño,
Luego hay que sacrificar, como pasó en Apocalypto.
Y aunque la humanidad te enseña a ser Un ciudadano ejemplar,
A saber defender lo tuyo como las criaturas de Avatar
Mejor Hakuna Matata, vive y deja vivir,
Pero se ve que no lo entienden, ¡es la hora de Kill Bill!
¿Y si la sociedad es una mafia, habrá escondido un Padrino
Que controle cada esquina como Ocean en el casino?
Y no serán eleven… ni twelve… ni thirteen…
Serán Million dollar baby, lo que importa es el botín.
Y aunque mis palabras corten como el hacha de El resplandor
Son certeras como las balas que fue a disparar James Bond;
Y las esquivo como Matrix, vengo del Club de la Lucha…
Ahora no será capaz de sujetarme ningún grillete de bronce,
Ni la Cadena Perpetua ni la Celda 211.
Y procurad que no se pierda la hermosa magia de ser crío;
Como El niño que sobrevivió al desnarigado hombre sombrío.
Sombrío como el Cisne negro, negro como el Mayordomo,
Réquiem por el sueño que tuve, y como en Trainspotting me desplomo.
Y si ahí arriba aún queda algo
Que todo lo ve como el Ojo de Sauron,
Yo le pido que me enseñe: las maravillas de Alicia,
El chocolate de Wonka, o la Perla Negra de Sparrow.
Porque este mundo se muere, se desencadena igual que Django,
Y será Misión imposible que podamos volver a repararlo.
¡Mike Wazowski!
Os hablo desde el Ojo del Tigre…
Desde mi… Teléfono. Mi caaasa. E.T-T-Terminator.
Hoy mi corazón...
Está Abierto hasta el amanecer.
Bienvenido al reto de ZigZag. ¿Puedes localizar las 93 películas referidas?